Salvo Susana Díaz, el tieso de su marido y sus correligionarios ¿habrá quien vote a Pedro Sánchez? Parecería increíble que los hubiese. Porque Zapatero lo hizo mal, ridículamente mal. Lo había anunciado Nostradamus: "Sobrenombre de calzado, nacido de padre muerto./ Nunca hubo peor rey en su provincia". Pero este Sánchez que lo sucede ni tan siquiera es personaje de profecías. Desde aquel aciago 2004 -han transcurrido ya 15 años- España no levanta cabeza. Tras el triunfo generacional de 1992, nos hemos sumido en la negatividad, con dos Generaciones fracasadas: 2004 y 2017. Luego es hora de que los españoles se resistan a prolongar un siglo 21 fatídico. Los ciudadanos deben asistir a las votaciones del 10 de noviembre pensando en que los jóvenes y los niños no merecen un futuro triste y negro, pues el gobierno actual celebra como su principal victoria una profanación amparada por leyes y tribunales que hay que desmontar para que la luz salga de las tinieblas, y el odio y el rencor de los fracasados no enturbien la imagen de un país pletórico que lo que debería presentar como su imagen ante el mundo es la hazaña de unos superhombres que descubrieron el Estrecho de Magallanes, transformaron hace cinco siglos la visión de la Tierra y expandieron la Cruz y el Renacimiento por lugares remotos que desde entonces quedaron integrados en la historia de la Civilización Global.
Los españoles deben votar el 10 de noviembre como Andalucía lo hizo el 2 de diciembre. Sí, mis compatriotas no deben abstenerse porque los candidatos no les merezcan confianza suficiente. Lo que ahora cuenta es que acabemos de una vez con tanta incompetencia, con tanta traición, con tanta cobardía. Yo rezo al Patrón de España, el Apóstol Santiago, para que nos ilumine y nos empuje a echar del poder a los incapaces de defender la Constitución que permiten que los violentos, fanáticos y catetos se adueñen del día a día de los buenos ciudadanos que aman a su Patria, porque así lo han aprendido de sus familias, en sus hogares. No cabe dudar de si es preferible aquel candidato o este otro; de lo que hay que estar seguros es de arrojar del gobierno a unos facinerosos, trápalas y embusteros que denigran nuestra Nación y nos auguran la continuidad del caos creciente. Yo ánimo a los españoles a que, en nombre de la democracia de cuyo nombre se valen los truhanes para engañar al pueblo, abusar de él y privilegiar a sus cómplices; en nombre de la democracia, digo, hermosa palabra griega que concede al pueblo la voluntad transformadora de vencer a los indignos y posibilitar el triunfo de las buenas intenciones, de las ideas progresistas que son las que quieren el bien de la mayoría y no los caprichos de las minorías destructivas; digo que en nombre de la democracia los españoles deben batir récord de participación electoral para que ganen los que defiendan a España de sus enemigos internos y externos salgamos de estos quince años de decadencia que comenzó con unos terribles atentados en marzo de 2004.
Dirán los electores ¿serán capaces los elegidos en las votaciones de hacer frente al mal y dirigir a la Nación con autoridad y por un sendero próspero? No tengo respuesta consistente, compatriotas, pero sí aseguro que el primer paso con sentido de futuro es echar del poder a estos miserables débiles que se acobardan ante grupos violentos paridos por los catetos aprovechados de una región que jamás será independiente aunque la Constitución y los gobiernos que siguieron a su aprobación introdujeran a los españoles en una nueva Edad Media. Cada buen español debe saber que su voto acabará con la anarquía y el terror, ante el resto de España y ante el Mundo. Cada votante debe saber que es la posibilidad histórica de salir de esta vergüenza que hierve la sangre. Confiemos, compatriotas, en que ése es el primer paso para iniciar una nueva etapa de nuestra historia.
Yo, que antes era ateo pero que desde hace años soy creyente porque descubrí la existencia de Dios, rezo al Patrón de España que inspiró la Reconquista y le pido, recordando los abrazos que le he dado en mis visitas a la catedral compostelana, que nos ayude a ver con claridad el porvenir y nos anime, pues, a romper con la actual trayectoria devastadora y a mirar el horizonte con esperanza. El Cielo está de nuestro lado.
(Las fotos han sido tomadas de elpais.com y wikipedia.org). 3-11-2019
(Las fotos han sido tomadas de elpais.com y wikipedia.org). 3-11-2019
