Compatriotas:
Como
en toda dictadura que se precie, los chistes han comenzado a circular. ¿O no ha
recibido ya la nueva programación de tve, que incluye la serie infantil <Hoz
y Martillo> y <Cocinando con Echenique>? No se la pierda.
Claro
que yo no escribo para divertirles sino para convocarles a una MANIFESTACIÓN EN
MADRID con la finalidad de que se produzca la DIMISION DE SÁNCHEZ (igual que
Suárez dimitió en 1981). Un traidor (como Fernando VII) que ha logrado la
presidencia del Gobierno con el apoyo de separatistas, terroristas, adoradores
de fantasmales repúblicas fracasadas con consecuencias sangrientas,
descerebrados con vocabulario fósil de 1930, procastristas vecinales,
admiradores de regímenes del hambre como los de Maduro y Morales, republicanos
de países oníricos, vividores a los que Arrimadas (una mujer que recuerda a
Agustina de Aragón) interpeló si ninguno tenía vergüenza, un pobre diablo de
Teruel, seis hienas carroñeras (el pnv es su madriguera) que se alimentan de
las víctimas de criminales vascos, antimonárquicos, anticonstitucionales, anticatólicos,
enemigos de España que odian al mayor constructor de embalses de la historia de
nuestra Nación y disfrutarían destruyendo el Valle de los Caídos.
Pero
¿qué nos depararán el traidor y sus secuaces? Miseria, desabastecimiento, más
paro, muchas más injusticias, más aprovechados como el marqués de Galapagar,
los inversores huyendo, la razón perseguida, la demagogia triunfando, la
enseñanza manipulada, la libertad asediada, la honradez despreciada, la mentira
ensalzada, el futuro tenebroso, el pasado reinventado, el encumbramiento del
nepotismo. Los tribunales y el parlamento europeos boicoteando más a nuestra
Patria. El totalitarismo en el poder y el abuso general de los gobernantes en
los primeros y en los últimos puestos. Será el paraíso de los embusteros y de
los granujas.
Así
que, compatriotas, asistamos a la MANIFESTACIÓN DEL SÁBADO 22 DE FEBRERO EN
MADRID, a las 12 horas, en la Plaza Colón, para pedir la DIMISIÓN DE SÁNCHEZ. Si pretendemos conseguir nuestro propósito, deberá ser la mayor manifestación de la historia de España, o
sea, más de dos millones de participantes.
Lograda
la dimisión, lo primero es APROBAR NUEVA LEY ELECTORAL, para que todos los
escaños estén avalados por el mismo número de votos. A CONTINUACIÓN se
convocarán ELECCIONES GENERALES.
Sevilla, a ocho de enero de dos mil veinte
(bicentenario de la insurrección de Riego, defensor de la traicionada
Constitución de 1812).